El lamento de Dor-lómin

Archivo para enero, 2015

celebraciones…

Gatita de Mitxel

 

Linda Ronstadt – «(I Love You) For Sentimental Reasons»

Te amo por razones sentimentales
Espero que tú creas en mi
Te he entregado mi corazón

Te amo y sólo tú significas todo para mí
Por favor dame tu corazón enamorado
Y dime que nunca nos separaremos

Pienso en ti cada mañana
Sueño contigo cada noche
Cariño, nunca estoy solo
Siempre que pueda verte

Te amo por razones sentimentales
Espero que tú creas en mi
Te he entregado mi corazón

Te amo por razones sentimentales
Espero que tú creas en mi
Te he entregado mi corazón

Letra: Ivory «Deek» Watson
Música: William «Pat» Best

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Linda Ronstadt – «(I Love You) For Sentimental Reasons»

I love you for sentimental reasons
I hope you do believe me
I’ve given you my heart

I love you and you alone were meant for me
Please give your loving heart to me
And say we’ll never part

I think of you every morning
Dream of you every night
Darling, I’m never lonely
Whenever you are in sight

I love you for sentimental reasons
I hope you do believe me
I’ve given you my heart

I love you for sentimental reasons
I hope you do believe me
I’ve given you my heart

Lyrics:  Ivory «Deek» Watson
Music: William «Pat» Best

¡Omedeto to aishiteru anata, daisuki Nekochan watashi no dorei!


Umbría

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“Una casa que vivía a oscuras, y un golpe de viento que abre de pronto todas las ventanas. Eso fuiste tú”
La Dama del Alba. Alejandro Casona

Andaba yo supina, en duermevela, ajena y sin embargo lúcida.
Mi carne estaba enlazada en un abrazo irrompible y sin embargo tierno.
Y la sombra era luz tamizada que resbalaba despacio buscando ser día.
No era mañana, aún alentaba el silencio de noche entre sábanas cálidas.

Andaba yo acunada, envuelta, enlazada, protegida.
Como si cada noche de cada día hubiera hecho ese hueco que ahora ocupaba.
Amanecer sabiéndome en casa.
Tanta alegría haciendo de golpe nudos en la garganta.

Nuestra primera mañana…

Y sentir los pulsos tañendo en los dedos
corriendo en rápidos vertidos de caricias
sin prisa
sin pausa
como un susurro que aquieta
y retumba
Modelando mi alma.
De dentro a fuera.

Desnaciéndome umbrales
de umbría madrugada
que moldeó a la pequeña gata
rompiendo sus moldes.

Así, en sonoro silencio,
esa primera mañana de mi vida
Tu vida
Yo que ya no era mía
Vaciada
para llenarme de ti…

Memoria viva. Ya siempre memoria viva.

Gracias… un año después otra vez gracias…


Gatita de Mitxel, 29 de enero de 2015


fuegos…

fuegos

 

5

Por el cielo me acerco
al rayo rojo de tu cabellera
De tierra y de trigo soy y al acercarme

Tu fuego se prepara
dentro de mí y enciende
las piedras y la harina

Por eso crece y sube
mi corazón haciéndose
pan para que tu boca lo devore,
y mi sangre es el vino que te aguarda

Tu y yo somos la tierra con sus frutos
Pan, fuego, sangre y vino
es el terrestre amor que nos abrasa

Pablo Neruda
De «Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos»

 


Eros y Psique

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Plegando el velo del tiempo y haciendo nuevo el viejo arquetipo de Psique, la dama cuya piel esta noche trasciende ropajes, se acerca a las tres nornas con la armadura de su certeza entre los dedos.

No cederá ante las dudas que ellas destilan en su mente manteniendo la distancia entre su existencia y la realidad que ella ofrece.
Ni inframundo, ni pastel de cebada para Cerberus ni obolos para pasar el Estigio…
Esta Psique se llama Voluptas, y el único Dueño al que quiere embelesar ni es llamado Cupido ni duda de ella. No tendrá que rescatarla de ningún sueño. Ni lanzar ninguna flecha para tenerla enamorada.

Despacio, lenta y con calma, desviste la mirada, los dedos, la carne. Y los deja caer todos al suelo.
En su garganta un collar justo y anillado ciñe un nombre que es más que un nombre. Es el nombre que le ha sido dado como regalo.
El pelo retirado, dejando la tierna piel mordida en el escenario del cuello, como una reverencia cuyo telón no acaba de descender. Siempre expuesta.
Y los senos orgullosamente henchidos y altivos, abalconando la ofrenda de su sonrisa torcida y retadora.

Urd, Verdandi y Skuld reunen sus ojos como reunen su aliento. Ya no más las piernas cruzadas, los brazos en medio o la mirada cuestionadora. El pasado, presente y futuro tienen dientes, bocas y fuego.

Marcan con ellos su piel.
Sonriendo a Eros sin mirarle a Él.

Gatita de Mitxel, 25 de enero, 2015

 


perversiones…

perversionesLa noche de la perversión

El caracol del ansia, ansiosamente
se adhirió a las pupilas, y una especie de muerte
a latigazos creó lo inesperado.
A pausas de veneno, la desdichada flor de la miseria
nos penetró en el alma, dulcemente,
con esa lenta furia de quien sabe lo que hace.

Flor de la perversión, noche perfecta,
tantas veces deseable maravilla y tormenta.
Noche de una piedad que helaba nuestros labios.
Noche de a ciencia cierta saber por qué se ama.
Noche de ahogarme siempre en tu ola de miedo.
Noche de ahogarte siempre en mi sordo desvelo.

Noche de una lujuria de torpes niños locos.
Noche de asesinatos y sólo suave sangre.
Noche de uñas y dientes, mentes de calorfrío.
Noches de no oír nada y ser todo, imperfectos.
Hermosa y santa noche de crueles bestezuelas.

Y el caracol del ansia, obsesionante,
mataba las pupilas, y mil odiosas muertes
a golpes de milagro crearon lo más sagrado.
Fue una noche de espanto, la noche de los diablos.
Noche de corazones pobres y enloquecidos,
de espinas en los dedos y agua hirviendo en los labios.
Noche de fango y miel, de alcohol y de belleza,
de sudor como llanto y llanto como espejos.
Noche de ser dos frutos en su plena amargura:
frutos que, estremecidos, se exprimían a sí mismos.

Yo no recuerdo, amada, en qué instante de fuego
la noche fue muriendo en tus brazos de oro.
La tibia sombra huyó de tu aplastado pecho,
y eras una guitarra bellamente marchita.
Los cuchillos de frío segaron las penumbras
Y en tu vientre de plata se hizo la luz del alba.

Efraín Huerta

 


cortejos…

cortejosDi adiós, adiós, adiós…

Di adiós, adiós, adiós,
Di adiós a tus días de doncella,
El venturoso Amor ha venido a cortejarte
Y a cortejar tus usos de doncella.
El ceñidor que te sienta soberbio,
La redecilla sobre tu áureo pelo,

Cuando hayas escuchado su nombre
Por encima de las trompetas de los querubines
Comienza tiernamente a desceñir
Tu pecho de doncella para él,
Y tiernamente a retirar la redecilla,
Que es el emblema de tu doncellez.

James Joyce
De «Música de cámara»
Versión de José Antonio Álvarez Amorós

 


sucesos…

sucesosAlgo va a suceder

La muerte es como el sueño,
parecida a ti:
no puede ser pensada.
Abro los ojos y amanece el día.
No hay obsesión impune, ni fantasmas
que la luz no devore
sin más imperio que su voluntad,
ni otro poder que el sol que nos despoja.
Cómo olvidar que fuimos lo innombrado,
lo que negaba oscuridad a un mundo
hecho, como tú y yo, de sueños rotos.
No, no duermas. El pájaro del alba
dice que ayer no existe. No hay memoria,
ni significa nada. Sólo, mira
esta pasión que nos acoge, que
ha estallado, de pronto, insobornable,
como las ganas de vivir.

Jenaro Talens
«La mirada extranjera» 1984-1985

 


germinaciones…

germinacionesSoneto intrauterino

Desde tu mal, desde tus entrañas, desde tus lágrimas, quiero ser
una voz germinal.
Pensarte desde ti, desde tu centro decirte, desde la flor suprema de tus ojos.
Quiero en ti desnacer. Todo hombre quiere desnacer en un amor, una entraña.
Hazme más y más pequeño, hasta que yo sea polvo estremecido, polen de tu vientre.

Josep Palau i Fabre
De «Poemas del alquimista»

 


escribanos…

escribanosServicio de placer

De cada noche que vivimos
recuerdo implacable tus caderas.

Como nunca, nadie
ofreció iguales placeres.

Como nunca, nadie
extrajo de mí la vida.

Dicen que ahora otro,
tan alto como yo,
complace tus caprichos
y los de tus padres.

Soy sólo un escribano
y debo componer
tres mil caracteres cada día.

Apenas sirvo para dar placer.

Harold Alvarado Tenorio

 


Franz Schubert…

Franz Schubert – Death and the Maiden

Franz Peter Schubert (Viena, 31 de enero de 1797 – Viena, 19 de noviembre de 1828) fue un compositor austriaco, considerado el introductor del romanticismo musical y la forma breve característica pero, a la vez, también continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven. Fue un gran compositor de lieder (breves composiciones para voz y piano, antecesor de la canción moderna), así como de música para piano, de cámara y orquestal.

Biografía

Schubert fue uno de los principales músicos austríacos que vivió a comienzos del siglo XIX; fue el único nacido en la que fue capital musical europea a finales del siglo XVIII y principios del XIX: Viena. Vivió, treinta y un años, tiempo durante el cual consiguió componer una obra musical excelente, de gran belleza e inspiración. Su talento creció a la sombra de Beethoven, a quien admiraba; murió un año después que su ídolo. No fue reconocido en vida: después de su muerte, su arte comenzó a conquistar admiradores. Escribió más de seiscientos lieder, de los cuales gran parte, después de su fallecimiento, quedaron inéditos.

Infancia

La casa donde nació Franz Schubert, en la actualidad el n.º 54 de la calle Nussdorfer.

Hijo de una familia humilde, fue el duodécimo de trece hermanos. Residían en el barrio de Liechtental. Su padre era un profesor de escasos ingresos económicos.

Su profesor de música se percató pronto de su talento y llegó a decirle: «No tengo nada más que enseñarle, el conocimiento lo ha recibido del buen hombre». A los once años entró como cantor en la Capilla Imperial, y consiguió una beca que le sufragó los estudios en la escuela municipal de Stadkonvikt. Allí fue alumno de Antonio Salieri y, gracias a la orquesta de la escuela, para la que escribió sus primeras sinfonías, se familiarizó con la obra de Franz Joseph Haydn y de Beethoven.

Juventud

A los catorce años comenzó a crear sus primeros lieder, poemas musicalizados para voz y piano, y antes de los dieciocho ya había creado algunas obras maestras, como Gretchen am Spinnrade, el primero de los muchos lieder inspirados en poemas de Goethe. A los diecinueve años había escrito ya más de doscientos cincuenta lieder.

Pese a sus talentos, su padre pretendía que heredara su profesión, lo que motivó el enfrentamiento entre ambos y el abandono de la casa paterna.

Madurez

Fuera del hogar y habiendo decidido ganarse la vida con la música, Schubert se refugió en la casa de Franz von Schober.5 Así comenzó el peregrinaje. Nunca logró mantenerse sólo con sus composiciones y necesitó de la generosidad de amigos, que lo acogían en sus respectivas casas. Schubert tampoco mantuvo una relación duradera ni tuvo hijos, pero se adscribió a un círculo íntimo de amigos que le brindó muchas satisfacciones personales, además de constituir un público fiel y sensible a su arte.

Schubert no consiguió estrenar ni publicar ninguna de sus obras operísticas u orquestales. A lo sumo se interpretaron algunas composiciones vocales o pianísticas en las célebres schubertiadas.

En estos años Schubert contrajo sífilis.6 Habitualmente pasó estrechez económica. Se volvió inseparable de sus gafas, que conformaron parte indisoluble de su apariencia y acentuaron su fisonomía tímida.

Las schubertiadas

En Viena Schubert llevó una vida bohemia rodeado de intelectuales, amante de las tabernas y de los ambientes populares, alejado de los salones y de la etiqueta nobiliaria. De este entorno procede el famoso término de schubertiadas: reuniones de artistas de todos los ámbitos que formaban un círculo brillante y animado dedicado a la música y a la lectura.

Últimos años

Durante sus últimos años escribió piezas magistrales, fruto y reflejo de sus experiencias personales y siempre con el sello inconfundible de una inagotable inspiración melódica. Por ejemplo, una tensa profundidad marca la Wanderer-Fantasie, D. 760, para piano solo (1822) o el ciclo de lieder La bella molinera (Die schöne Müllerin) (1823), estos últimos inspirados en poemas de Wilhelm Müller. En 1824 escribiría La muerte y la doncella, uno de sus cuartetos más conocidos, y ya hacia el final de su vida el intenso dolor y el aislamiento dejaron su impronta en el Winterreise, D. 911, Op. 89 (1827), también con textos de W. Müller.

Por aquel entonces, Schubert tenía solamente treinta y un años y acababa de matricularse para estudiar fuga. Pero una gonorrea, complicada finalmente con una fiebre tifoidea, lo condujo a la muerte el 19 de noviembre de 1828. Se decía de Schubert que hacía tiempo ya «andaba por el mal camino», se hablaba de su afición al alcohol y la «sensualidad» que lo llevó a tener relaciones esporádicas. Pero esa debilidad no ensombrece de ningún modo la figura de un hombre que en sus años de madurez padecía, según muchos biógrafos, de lo que actualmente llamaríamos trastorno bipolar. Esto explicaría que grandes obras quedaran incompletas sin una razón explícita.

Fuente wikipedia

 


eternidades…

eternidadesSólo tú

Tú, mi razón de vida, mi razón
de amor; mi razón, mi pensamiento,
mi desencadenado sentimiento,
la luz y el fuego de mi corazón.

Vivir en ti es vivir, viva pasión,
y la vida sin ti no es mi tormento,
sino injustificable y vano intento,
imposible, imposible abdicación.

Si tú eres la verdad, si tú la vida,
morir será morir, pero prefiero
tan breve posesión de la verdad

a otra existencia luego concedida.
Vivir será morir, pero te quiero.
Sólo tú, sólo tú mi eternidad.

Vicente Gaos

 


encuentros…

encuentrosGratia plena

Todo en ella encantaba, todo en ella atraía:
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar…
El ingenio de Francia de su boca fluía.
Era «llena de gracia», como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

Ingenua como el agua, diáfana como el día,
rubia y nevada como Margarita sin par,
al influjo de su alma celeste amanecía…
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

Cierta dulce y amable dignidad la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular.
Más que muchas princesas, princesa parecía:
era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía
dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar,
y cadencias arcanas halló mi poesía.
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!

!Cuánto, cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía;
pero flores tan bellas nunca pueden durar!
¡Era llena de gracia, como el Avemaría,
y a la Fuente de gracia, de donde procedía,
se volvió… como gota que se vuelve a la mar!

Amado Nervo