El lamento de Dor-lómin

Archivo para junio, 2016

oscuridades…

oscuridades

Soneto 3

Cálida voz despierta en tu dulzura,
tierno temblor en tu quietud florece,
y una experiencia virgen que se ofrece
con el asombro de su nieve pura.

Donde tu cuerpo anuncia sombra oscura
la claridad más viva resplandece,
y su milagro recogido acrece
toda la fe que mi dolor apura.

Porque siempre detrás de tu mirada
reina la sombra, y misteriosa impera
tu altiva convicción de ser amada.

¿Cómo soñar tu gracia verdadera
si estás en mi ilusión acompañada
por una oscuridad que no quisiera?

Luis Felipe Vivanco
De «Cantos de primavera» 1936

 


citas…

citas

Deseo

Sobre la tibia arena de la playa
tu amante cita con placer espero;
el sol retuesta mis desnudos hombros
y entre mi falda juguetea el viento.

Ya con salobres aguas cristalinas
el mar de añil acarició mi cuerpo;
llevo en los labios un coral partido
y una concha prendida en los cabellos.

Las esmeraldas de mis ojos tristes
aguardan tus pupilas de bohemio,
y mis manos germinan las caricias
que brotan al contacto de tus dedos.

Ven, ya se abren cual rojos amarantos
los capullos en flor de mis deseos,
y entre mis labios trémulos se enciende
la loca llamarada de mis besos.

Laura Victoria

 


llamadas…

llamadas

El Espejo Roto (fragmento)

El hombrecito que cantaba sin cesar
el hombrecito que bailaba en mi cabeza
el hombrecito de la juventud
rompió el cordón de su zapato
y todas las barracas de la fiesta
se derrumbaron de pronto
y en el silencio de esta fiesta
en el silencio de esta cabeza
yo percibí tu voz feliz
tu voz desgarrada y frágil
infantil y desolada
que desde lejos me llamaba
y la mano llevé a mi corazón
en el que se agitaban
ensangrentados
los siete pedazos de cristal de tu risa estrellada.

Jacques Prévert

 


magnolias…

magnolias

III. Magnolias en mis sábanas dejaba…

                      ¿Cómo era, Dios mío, cómo era?
                                                             J.R. Jiménez

Magnolias en mis sábanas dejaba,
magnolias, azahar y labios duros.
Sus senos, de la tarde flor dormida,
aroma de amapolas y cerezas,
temblaban en mi boca, entre mis dedos.
Magnolias y sabor a playa y barro,
a sol y arena, hierba y gorriones.
Oh, cómo retornar ya a este vacío
la luz de la alborada por sus ojos,
el vino de su piel y su cabello.
Magnolias en mis sábanas dejaba,
su cuerpo de clepsidra y su alma nueva.

Juan José Vélez Otero

 


mutaciones…

mutaciones

Holocausto

Quebrantaré en tu honra mi vieja rebeldía
si sabe combatirme la ciencia de tu mano,
si tienes la grandeza de un templo soberano
ofrendaré mi sangre para tu idolatría.
Naufragará en tus brazos la prepotencia mía
si tienes la profunda fruición del oceáno,
y si sabes el ritmo de un canto sobrehumano
silenciarán mis arpas su eterna melodía.

Me volveré paloma si tu soberbia siente
la garra vencedora del águila potente;
si sabes ser fecundo seré tu floración,
y brotaré una selva de cósmicas entrañas,
cuyas salvajes frondas románticas y hurañas
conquistará tu imperio si sabes ser león.

María Eugenia Vaz Ferreira

 


idolatrías…

idolatriasJezabel

Palidez consumada en el deseo,
suma de carne transparente y fina,
ya sellada, en profética rutina,
para el soldado y para el can hebreo.

¡Oh desahuciada fiebre, oh devaneo
que oscila como péndulo en rüina,
de un viñedo que el sol mimba y fulmina
a cruenta gloria y militar trofeo!

Horror de pausa y de silencio, acaso
para no conocer turbias carreras
del corazón, hacia el fatal ocaso,

ni sentir que en sus válvulas arteras
se endulza ya la sangre paso a paso
para halagar las fauces de las fieras.

Concha Urquiza

 


batallas

batallas

Amantes

Ascendente marea creciendo en lenta fiebre
los amantes se buscan y enlazan dulcemente,
como árboles que avanzan,
cumpliendo su destino de incendiada epidermis.
De pie son dos espadas que luchan tercamente
por distraer la muerte,
tendidos son dos ríos fluyendo hacia el instante
que anula la sellada consigna del olvido.

Y si el mundo, impaciente,
se sale de sus goznes, estalla o se disuelve,
los amantes lo ignoran, apenas necesitan
el canto de su sangre,
su vida recobrada en húmedas batallas
y las pequeñas muertes en cada despedida.

Flor Alba Uribe

 


cadenas…

Alejandro Dumas, hijo

 

 

«El matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hace falta ser dos y, a menudo, tres.»

Alexander Dumas, hijo.


besamientos…

besamientos

 

 

En la frente besar -penas borrar…

En la frente besar -penas borrar.
Beso la frente.

En los ojos besar, -el insomnio quitar.
Beso los ojos.

En los labios besar  -dar de beber.
Beso los labios.

En la frente besar  -la memoria borrar.
Beso la frente.

Marina Tsvetáieva
Versión de Severo Sarduy

 


revelaciones…

revelaciones

Regalo de amante

Anoche, en el jardín, te ofrecí el vino espumeante
de mi juventud. Tu te llevaste la copa a los labios,
cerraste los ojos y sonreíste;
y mientras, yo alcé tu velo, solté tus trenzas y traje sobre mi pecho tu cara dulcemente silenciosa; anoche,
cuando el sueño de la luna rebosó el mundo del dormir.

Hoy, en la calma, refrescada de rocío, del alba, tú vas camino del templo de Dios, bañada y vestida de blanco,
con un cesto de flores en la mano. Yo, a la sombra del árbol, me aparto inclinando la cabeza; en la calma del alba,
junto al camino solitario del templo.

Rabindranath Tagore