riquezas…
Elogio del estar
Dulce es morir a veces de tu cuerpo,
dulce resucitar en tu mirada.
Dulce el crujir de la luz que abre las horas,
dulce la espera, dulces los estambres
que reparte tu mano tibiamente. Apenas
hace falta decirlo. quizá sólo
depositar las palabras en el quicio
de una ventana, donde las encuentres.
En definitiva: muy rico soy de ti,
hay música en el aire y en la cama,
todo valió la pena.
Jorge Riechmann
cafés…
Entre el café y tu mirada…
Entre el café y tu mirada
algún verso escondido. Te llamo,
me llamas
y que decida este sorbo de sangre:
si hoy es preciso morir moriré
entre tu olor mojado de lirios
y abrazado a tus pies descalzos.
Mañana sólo es mañana.
Antonio José Mialdea
De «Si ves que te hablo y anochece»
miradas…
Dolor en primavera
Tú me miraste
cuando yo era
un mendigo,
tú me miraste así,
cuando estaba sin nadie.
Cuando pensé morir
tú
me miraste,
y eso fue
para mí
volver a casa:
aquella noche
tú me invitaste a entrar
y entonces me miraste.
Manu Cáncer
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