Saltando

-La pequeña ha comenzado de nuevo. Es la cuarta vez. Hoy no cenará, otra vez no cenará.

-Déjala, pocas veces se encuentran alumnos tan dispuestos a conseguir la maestría siendo tan jóvenes. Hemos tenido mucha suerte de dar con ella. En el planeta del que viene nunca hubiéramos buscado sin su propia llamada.

-Sus giros son fluidos, pero cortos, se desconcentra fácilmente.

-Sí, ese es un músculo que tendrá que desarrollar también.

-La próxima vez, dibújale media espiral más.

-Lo haré, por supuesto, media espiral más, Gran Madre.

-Y…así ha sido siempre con todos, la llamada sólo la podemos hacer nosotros mismos.

Se han ido. A veces noto sus ojos clavados en mi cuerpo, evaluándome, midiendo mis pasos, esperando, cronometrando…Y las espirales, las elipses y las curvas anómalas crecen cada día. Siento que no hay separación entre el sueño y la vigilia, bailo despierta y bailo dormida, mi vida es un dibujo blanco sobre un fondo negro y mis pies recorriendo el camino que marcan mis ojos. Sin tocar un solo trazo, casi sin tocar el suelo. Y quiero gritar que no comprendo para qué bailo esto y por qué lo hago sola. Y mato el grito con otra pirueta arrebatada y un salto que me lleva a otra espiral más amplia, a otra curva sin tiempo.

-Mírala, óyela, empieza a sonar levemente. Su corazón ya no se altera cuando baila, sus manos ya no cuelgan laxas a los costados, sus ojos brillan en cada circunvolución. Empieza a alzar el dibujo.

-¿Una medida entera?

-No, media medida, quiero que no lo note al principio.

No rozar la línea, ocupar cada pequeño espacio entre ellas con cada uno de mis saltos, y no dejar lagunas sin pisar, lo hago a mi modo, no sé lo que quieren que haga nuevo, las líneas son líneas y son más, son paredes, son planos de una caricia largamente esperada que no tengo derecho a esperar. Me acerco a uno de los muros de esta estancia y hay una línea que lo trepa, y eso me lleva a apoyarme en el muro, a saltar por encima de esta curva, a no rozar apenas el suelo en la caída para proyectarme hasta el próximo beso y otro giro, otro salto, otra despedida, aquí no volveré jamás…Aunque pinten universos en el techo, saltaré entre sus mundos con mis pies descalzos y haré, entre ellos, piruetas.

Gatita de Mitxel  2012 Tañedores de Cuerpos

2 noviembre, 2013 | Categorías: Gatita de Mitxel | Tags: beso, cuerpo, curva, Gatita de Mitxel, pies descalzos, piruetas, Tañedores, volar | Deja un comentario