El pecado de la inocencia
Y yo me creía virgen de ignorancias,
toda yo años de mieles y sapiencias,
toda yo creyendo que había vivido
pecados innombrables.
Una palabra,
MIA,
y se me deshicieron los tobillos
dejando como pies mis rodillas
y una sed de más palabras.
Llegaba yo a mis años
pensando que de entre mis canas
había capas y capas
de lasciva lujuria enterradas,
muertas todas.
Ay, cuanta y hermosa
inocencia pecadora,
que desviste la piel
y arranca llorirreídas miradas
de bajas pestañas negras…
Me vuelves inocente,
flor de mañana vulnerable
y cuenco de sorprendidas,
entusiasmadas,
esperas y anticipos.
Lamo la manzana del conocimiento
como lamo tus pies,
como lamo tus manos,
como lamo tus labios…
y soy yo la manzana misma
bajo el hambre de tu boca
y la inminencia de tus dientes.
Puerta y balcón a mil mordiscos
de auténtica inocencia
masticada.
Ronroneo…
Gatita de Mitxel 3 de julio de 2014
❤ ❤ ❤
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22 enero, 2015 en 14:36