¡Habemus panem…! Pan casero

Cocinar es siempre una pasión. Aquello que elaboramos, será consumido con placer. Los aromas y sabores se graban a fuego en nuestra memoria y transmiten nuestros sentimientos.
Y de todos los sentimientos, el del abrazo cálido y seguro creo que es el que mejor representa una buena hogaza de pan. Es atávico. Uno de los alimentos más básicos y sencillos de hacer, cuyo aroma, temperatura, densidad y texturas más conocemos.
Hoy dejo aquí mi hogaza de pan, el que ha acabado siendo más mío, con mis propios adherezos. Para todos vosotros. Como un abrazo que podáis repetir en ecos…
Ingredientes y medidas:
Para los áridos:
– Cinco tazas de harina de trigo, o dos y media de harina d etrigo y harina integral. A elección.
– Una cucharadita de bicarbonato sódico.
– Dos cucharaditas de levadura en polvo
– Tres cucharaditas de azúcar
– Una cucharadita de sal
– Opcional: semillas, sésamo, pasas, frutos secos… para mezclar con la masa, si os apetece.
Para los líquidos:
– Taza y media de yogourt, ya sea natural sin azúcar, o de limón con ella. A mí me gusta de limón :»)
– Un huevo batido.
– Un chorreón de aceite de oliva virgen
– Un chorreón de vino blanco
Proceso:
Ponemos a precalentar el horno a unos 230 grados, con la bandeja en medio, y calentando desde arriba y abajo.
En un cuenco mezclamos todos los áridos.
A parte, mezclamos el huevo batido y el yogourt, y lo añadimos al cuenco. Mezclamos bien con una cuchara de madera.
Añadimos el aceite y el vino blanco y amasamos con los dedos. Al amasar de esta manera, dando pellizcos y plegando haci adentro la bola de masa, el resultado es una corteza un poco semiquebrada y crujiente. Si amasamos con toda la mano, la masa se endurece más y el resultado es más uniforme. Va en gustos…
Dejamos la bola de masa reposar en el cuenco, tapado con un paño de algodón.
Espolvoreamos de harina la bandeja donde vayamos a poner la masa, yo utilizo una fuente de cristal de hornear, circular, de unos veintitres centímetros de diámetro.
Cuando el horno está listo, ponemos la bola de la masa en la fuente o bandeja y la aplastamos un poco para que adopte la forma de la hogaza. En el horno, subirá bastante el volúmen. Espolvoreamos por encima un puñadito de sésamo.
Marcamos una cruz amplia sobre la masa, para que el pan rompa por donde queremos… y al horno.
No tarda mucho en hacerse, tan sólo unos quince o veinte minutos.

Ah… la fragancia de un pan recién hecho…
¡¡Ya me contaréis si os gusta el resultado!! ;»)
Gatita de Mitxel, 19 de marzo de 2015